USO DE HERRAMIENTAS MANUALES EN LA AGRICULTURA
Las herramientas manuales pueden ser definidas como instrumentos que en la mayoría de los casos son utilizadas generalmente de manera individual, y solo requieren del uso de la fuerza humana para su accionamiento. Las labores en la agricultura y jardinería demandan herramientas, entre ellas están:
- Poda y tala de árboles.
- Labores de siembra.
- Cosecha.
- Preparación de los suelos.
- Corta de césped, pasto y malezas.
- Construcción de drenajes.
- Construcción y mantenimiento de cercas.
- Herraje y marcado de ganado.
- Mantenimiento de instalaciones.
- Mantenimiento de maquinaria y equipo.
En la agricultura existen diversidad de tareas que pueden ser llevadas a cabo gracias al uso de las herramientas manuales. En esta área se disponen de: Sierras, hachas, palas, machetes, picos, escardillas, rastrillos, azadones, tenedores, entre otras herramientas, las cuales se encuentran en distintas formas y tamaños.
Del mismo modo, para labores misceláneas pueden ser utilizadas: Tijeras, alicates, serruchos, destornilladores, cinceles, llaves, tenazas, mazos, martillos, mandarrias, entre otros.
Se puede observar lo amplia que es la gama de herramientas manuales según la actividad demandada. Dependiendo de la actividad que se lleve a cabo, dichas herramientas deberán tener características de seguridad y un diseño ergonómico, con el propósito de garantizar una tarea segura y practica para la persona que la realice.
Las herramientas utilizadas en estas labores, pueden ser divididas de la siguiente manera:
- Herramientas de bordes filosos: Cuchillos, machetes, hachas, palas, macanas, entre otros.
- Herramientas de golpe: Martillos, mandarrias, mazos, cinceles, entre otros.
- Herramientas de corte: Tenazas, tijeras, alicates, entre otros.
- Herramientas de torsión: Destornilladores, llaves, entre otros.
Ahora bien, es de suma importancia mencionar los accidentes más comunes que pueden ocurrir por el uso de estas herramientas manuales mientras se realiza alguna actividad agrícola o de jardinería, los cuales son:
- Golpes y cortes ya sean en las manos o cualquier otra parte del cuerpo.
- Lesiones oculares por proyecciones.
- Traumas óseos/musculares por sobre esfuerzo en las tareas.
Las principales causas de estos accidentes por el uso de las herramientas manuales son:
- Capacitación inexistente en la utilización de las herramientas manuales.
- Utilización de herramienta defectuosas o de baja calidad.
- Falta de mantenimiento y/o mantenimiento inadecuado.
- Ausencia del uso de equipo de protección personal.
- Almacenamiento y transporte inadecuado.
- Falta de orden y limpieza en el área de trabajo.
CRITERIOS PREVENTIVOS BÁSICOS
Para controlar los factores de riesgo al momento de utilizar las herramientas manuales, se debe poner en marcha un programa preventivo de seguridad, el cual considere las siguientes medidas expuestas a continuación:
- Capacitación periódica del uso de las herramientas.
- Establecer un adecuado programa de mantenimiento.
- Fijar un programa de orden y limpieza en las aéreas laborales.
- Utilización del equipo de protección personal requerido.
- Fortalecer el proceso de adquisición y selección de herramientas, según a la labor a realizar.
Todas las herramientas manuales deben ser de un material de buena calidad, especialmente las de choque (machetes, mandarrias, palas, picos, entre otros instrumentos). Las mismas deben contener una buena aleación de acero, ya que deben ser resistentes para soportar golpes sin estropearse o formar rebordes en los filos. Asimismo, los mangos deben ser de un material de calidad, ya sea de madera o plástico y no poseer desperfectos, en pocas palabras, deben estar lisos, sin astillas o bordes agudos.
MANTENIMIENTO
Para el perfecto estado de las herramientas, se requiere de revisiones periódicas por parte de un personal especializado. Dicho control puede llevarse a cabo mediante un control centralizado o por medio de la supervisión a cargo de un jefe de grupo.
Es importante mencionar que:
- Todas las herramientas deben mantenerse limpias, afiladas y engrasadas para evitar su oxidación.
- El mantenimiento de las herramientas debe realizarse de manera periódica, cuando las mismas se ensucian por el uso.
- Se debe proceder a lavar o limpiarlas para luego colocarlas en su lugar asignado.
- Los usuarios de las herramientas no deben utilizarlas si las mismas se encuentran en deterioro y en mal estado. Estas deben ser retiradas y marcadas para evitar ser utilizadas por otros.
- Una herramienta en mal estado, puede ser el origen de accidentes, y del mismo modo, no permite que los trabajos puedan ser realizados con seguridad y rendimiento.
CAPACITACIÓN / UTILIZACIÓN
Al iniciar cualquier tarea, siempre se debe seleccionar el instrumento apropiado, revisando que se encuentre en un buen estado. La capacitación y formación del personal para el uso correcto de las herramientas es fundamental. Es por ello, que, entre otras cosas, también debe considerarse las siguientes previsiones:
- Elegir la herramienta apropiada al trabajo a realizar, tomando en cuenta, que la forma, peso y dimensiones son las adecuadas desde el punto de vista ergonómico.
- Estos instrumentos no deben utilizarse para otros fines de los previstos, ni mucho menos sobrepasarse de las capacidades para las cuales fueron diseñadas.
- Corroborar que los mangos no se encuentren astillados o rajados, deben estar perfectamente acoplados y sólidamente fijados a la herramienta, (martillos, sierras, limas, chuzas, machetes, palas, entre otros).
- Chequear que las mordazas, bocas y brazos de las herramientas de apriete no se encuentren deformadas, (llaves, alicates, tenazas, destornilladores, entre otros).
- Preservar que las herramientas de corte y de borde filosos estén perfectamente afiladas, (tales como: cuchillos, tijeras, cinceles, sierras, entre otros).
- Estar al pendiente del estado del dentado de las limas sierras, llaves, y entre otras herramientas de este estilo.
Vale la pena mencionar que, al momento de emplearse equipos de protección personal, se debe velar que dichos artículos sean de buena calidad y que el operario tenga noción de cómo utilizarlos.
ALMACENAMIENTO
Este procedimiento debe ser realizado de tal forma que su colocación en los tableros o cuartos de herramientas sea la adecuado, con el propósito de que la falta de una de ellas sea fácilmente visualizada, del mismo modo, estén protegidas contra el deterioro por golpes o caídas y sea mucho más fácil el acceso, sin riesgo de cortes con el filo de sus partes filosas.
Por otra parte, las personas que trabajan en máquinas deben de contar de armarios o estantes, para colocar y almacenar las herramientas utilizadas. Se debe evitar a toda costa dejarlas en el suelo, en zonas de paso o en sitios elevados, dado a que pueden ocasionar lesiones a alguna persona que transite por el área en donde se encuentren.
Las herramientas cortantes o con puntas agudas deben guardarse provistas de protectores de cuero o metálicos, con el fin de evitar lesiones por contacto al momento de ser transportadas.
TRANSPORTE
A la hora de transportar herramientas, éstas deben estar debidamente protegidas y en dispositivos de transporte adecuado, a continuación, se indicarán algunas recomendaciones:
- Para llevar a cabo el traslado, se deben utilizar cajas especiales, bolsas o cinturones de porta herramientas, según las condiciones de trabajo.
- No se deben transportar herramientas que puedan impedir el empleo de las manos cuando se trabaje en escaleras, andamios, estructuras, entre otros.
- No se debe trasladar herramientas descubiertas en transportes colectivos cuando las mismas sean punzocortantes.
Para concluir, en este tipo de casos, todas las herramientas deben ser llevadas en fundas con los filos debidamente protegidos. Del mismo modo, es necesario mencionar que las herramientas no se deben llevar en los bolsillos, ya sean o no, punzocortantes. Del mismo modo, es fundamental la existencia de distintos niveles de supervisión por parte de un encargado y mantener vigilancia a los trabajadores para que permanezca el buen uso y estado de las herramientas. En definitiva, las prácticas de trabajo deben estar apegadas a procedimientos seguros, ya que de esta forma arroja como resultado tareas más eficientes y seguras.